JUAN BAUTISTA JOSÉ CABANILLES (1644- 1712)

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Nacido en el municipio de Algemesí (Valencia), Juan Cabanilles fue un compositor y organista destacado dentro del Barroco español (llamado por algunos »el Bach español»). La vida de Cabanilles gira en torno al mundo religioso, del que se verá muy influenciado, debido a que realizó estudios religiosos en la catedral de Valencia y fue formado por el organista de la parroquia de San Jaime de Algemesí, Onofre Guinovant.

A lo largo de los años fue adquiriendo maestría con el órgano hasta que consiguió convertirse en el organista principal de la catedral de Valencia con 21 años. Este cargo lo ostentó hasta su fallecimiento en 1712.

La obra de Cabanilles es, casi en su totalidad, organística y dentro de esta modalidad muestra especial interés por los tientos y los versos. Se han conservado abundantes obras para órgano: más de 200 tientos, 160 versos, 2 batallas, 5 Gallardas, 5 Pasacalles, 6 tocatas, etc. El tiento es una forma musical propia de la música hispánica que se compone esencialmente para instrumentos solistas como la clave, el arpa o el órgano (a finales del siglo XVII solo se componen para instrumentos de teclado como el órgano). La música de órgano de Juan Cabanilles representa el culmen de la música organista hispano-portuguesa de los siglos XVI y XVII.

Algunas obras de Juan Cabanilles:

  • »Mortales que amáis» ➙ Aquí
  • »Gloria Patri et Filio» (Extracto del Beatus Vir) ➙ Aquí

JOSÉ LEANDRO ORTEGA PÉREZ

La Sonata Barroca

Sonata

Originalmente en Italia se conoció bajo el nombre de sonata a una pieza para uno o más instrumentos que se hacían »sonar», generalmente instrumentos de cuerda y de viento. Por otro lado se llamaba toccata a una pieza que para ellos se »tocaba», caso del piano o teclado. En su origen las primeras sonatas constaban de un número variable de instrumentos y de movimientos en cada pieza.  Más tarde se estandarizó el término para obras en que aparecía un solista principal, generalmente acompañado de un bajo continuo que sostenía las armonías, constituido habitualmente por violoncelo y clavecín, aunque también con otras variantes.

Generalmente se suelen utilizar otros términos distintos al de sonata para identificar aquellas obras que presentan la misma disposición pero que están compuestas por otras combinaciones instrumentales, ejemplo de ello son:

  • Sinfonía ➙ Sonata para orquesta.
  • Concierto ➙ Sonata para un instrumento solista.
  • Cuarteto de cuerdas ➙ Sonata para cuatro instrumentos de cuerda o cuarteto.
  • Cantata ➙ Sonata formada por una composición vocal con acompañamiento instrumental.
  • Ópera ➙ Sonata de aire dramático en la cual se canta todo o parte del diálogo al mismo tiempo que aparecen acompañamientos instrumentales.

Podemos nombrar como obras cumbres de este género, tanto por su expresividad como por el tratamiento de la parte clave, las sonatas de Bach.

José Leandro Ortega Pérez

La ópera en el Barroco

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La ópera se conforma como una obra teatral cuyo texto se canta con acompañamiento de una orquesta. No obstante este término es más amplio y acaba designando a todo el conjunto de elementos que se da en la actuación: la obra, el poema destinado a la representación, el género musical que agrupa estas obras, a la propia música típica de este género y al teatro donde se representa.

La ópera surge en el periodo artístico denominado »Barroco», concretamente la ópera barroca abarca desde principios del siglo XVII hasta mediados del XVIII.

Es difícil definir las características que representan a este género musical, en parte porque sufre una evolución de las formas continuamente. De esta manera las óperas de los inicios del Barroco, poco tienen que ver con las de sus últimos momentos.

La ópera barroca nacerá en el seno de los palacios, de la mano de nobles y aristócratas que en un primer momento acaparan este género, pero que paulatinamente se va extendiendo con la construcción de los teatros por parte de empresarios.

Otro de los elementos por los que se conoce la ópera barroca es por la intrusión en ellas de varios personajes cómicos o bufos, con extraños ropajes llamativos que consiguen sacar carcajadas a la gente.

Por último, la ópera barroca tiene como principal objetivo, sorprender y maravillar al público, tanto por la escenografía como por el canto. Por ello destacamos la figura de los castrati que tanto se popularizan en este momento (Farinelli). En la escenografía también encontramos algunas similitudes con los aspectos artísticos del barroco, como la profusa ornamentación que causa inestabilidad en el público.

 

José Leandro Ortega Pérez